QUINTETO ASTOR PIAZZOLLA – GANADORES LATIN GRAMMY

Quinteto Astor Piazzolla

Ganadores del Latin Grammy MEJOR ALBUM TANGO 2023

OPERATION TANGO

Escucha el álbum https://orcd.co/operationtango

https://quintetoastorpiazzolla.com/

Pablo Mainetti (bandoneón), Serdar Geldymuradov (violín), Armando de la Vega (guitarra), Nicolás Guershberg (piano), Daniel Falasca (contrabajo) / Director Musical: Julián Vat / Productor Darío Vaccaro

El nuevo álbum reciente ganador del LATIN GRAMMY 2023 MEJOR ALBUM TANGO se lanzó el 17 de marzo 2023, Operación Tango, (E54 Music) tiene una clara diferencia respecto a los esfuerzos anteriores del grupo. El productor Darío Vaccaro anunciaba al respecto: “Mi profesor de la escuela me decía no te des vencido ni aun vencido. Y la verdad que con este álbum pasamos por muchas dificultades. Empezamos a trabajar en pandemia y, después de tres años de mucho esfuerzo y trabajo, logramos lanzarlo al mundo”.

Quinteto Astor Piazzolla, llamado así en homenaje al grupo original, se organizó en 1998. Fue una petición de Laura Escalada Piazzolla, viuda del compositor y presidenta de la Fundación Astor Piazzolla, a Vat. Desde entonces, el Quinteto ha editado cuatro discos (entre ellos Revolucionario, ganador del Latin GRAMMY© 2019 a la Mejor Grabación de Tango) y ha realizado giras por Estados Unidos, Latinoamérica, Europa y Asia.

El repertorio comprende piezas no escritas originalmente por Piazzolla para un quinteto, arregladas para este conjunto. Los títulos incluyen “Tango Ballet”, una pieza temprana de Piazzolla para una película; “Tocata Rea” y “Fuga y Misterio”, de la “operita” María de Buenos Aires; y “Los Sueños”, de la banda sonora de la película Sur.

Pero la elección de los temas se mantiene fiel a uno de los objetivos de Quinteto, dice Julián Vat. La idea no es sólo centrarse en los clásicos de Piazzolla, agrega, “parte de nuestra misión es poner el foco en piezas menos conocidas que creemos que merecen ser escuchadas.”

El compositor, intérprete y director de orquesta de Nuevo Tango, Astor Piazzolla (1921-1992), dejó como legado un gran desafío.

Su música es una mezcla vivida de tango tradicional, música clásica, jazz e incluso elementos de estilos populares como la canción napolitana y el klezmer. Puede, en el espacio de unos compases, ser lírica, elegante y áspera. Puede sonar lógicamente diseñada, y a la vez moverse con la mala disposición de un peleador callejero. Esta música es un autorretrato de Piazzolla en movimiento, constantemente recreado y reencuadrado; una biografía contada con guiños, frases efímeras y giros inesperados.

Su Nuevo Tango atrajo a admiradores y colaboradores de regiones lejanas del universo musical, incluyendo a luminarias de la música clásica como Yo-Yo Ma, Mstislav Rostropovich, Gidon Kremer y el Kronos Quartet; a maestros del jazz como Gerry Mulligan, Phil Woods, Gil Evans, Al Di Meola y Gary Burton, e incluso a la diva de la música bailable Grace Jones, que convirtió una de sus piezas en un éxito de club.

Para tocar esta música, el virtuosismo en el instrumento es esencial, pero no suficiente. El Nuevo Tango de Piazzolla exige también cierta actitud, cierto compromiso, audacia y una cualidad indefinible en la interpretación que él llamaba roña, la perfección de lo imperfecto.

Para el Quinteto Astor Piazzolla, el desafío cada noche no está todo en el atril, sino en conjurar ese espíritu en la música. Es un grupo conformado por tangueros y académicos, músicos clásicos y de jazz, todos ellos conocedores y capaces de hablar en varios idiomas musicales. En una palabra, músicos de Piazzolla.

Mainetti es uno de los mejores intérpretes de su generación del bandoneón, el expresivo y melancólico instrumento que encarna el sonido del tango. Pero también es compositor, arreglista y director de orquesta por derecho propio.

Desde el principio, dice, la idea era encontrar el equilibrio adecuado para las interpretaciones del Quinteto: ser fiel a la música sin convertirlas en artefactos de museo.

“Tenía algunas versiones de estas piezas como referencia, pero rápidamente dejé de escucharlas para no acabar repitiendo como un loro”. Además, dice, hace tiempo que entendió, después de transcribir mucha música de Piazzolla, de que “las notas en la página y lo que él tocaba en los discos eran dos cosas muy diferentes”.

Piazzolla era un “brillante improvisador”, agrega, y señala que el maestro dejaba en su escritura espacio para la interpretación. “Cuando se dice ‘improvisación’ la mayoría de la gente piensa inmediatamente en el jazz, pero hay muchas formas de improvisar”, dice Mainetti. “En esta música se puede improvisar – pero en el lenguaje de Piazzolla”. Piazzolla fue un maestro del bandoneón — pero su gran instrumento fue el quinteto. Organizó su primer quinteto en 1960. El Quinteto Astor Piazzolla incluía bandoneón, violín, bajo acústico, piano y guitarra eléctrica. Sugería un híbrido entre una banda de jazz, un grupo de música de cámara y una pequeña orquesta de tango, y demostró ser tan ágil como potente. Fue un conjunto que sorprendió a muchos desde el principio. Para empezar, un quinteto hacía pensar en una banda de jazz, no en el típico grupo de tango, y la inclusión de una guitarra eléctrica puso a los tradicionalistas del tango al borde del ataque de nervios. Piazzolla dirigió dos grandes quintetos, uno de 1960 a 1971 y el segundo de 1978 a 1988. Trabajar con un grupo estable, aún con algunos cambios en el camino, le permitió a Piazzolla tomar riesgos en su composición y escribir para las personalidades y talentos específicos de sus músicos, no sólo para instrumentos. De hecho, Mainetti atribuye gran parte de la energía de la música de Piazzolla a “la gran complicidad con sus músicos en los quintetos, especialmente en el segundo quinteto. Y eso es algo que también ocurre en este quinteto. Es un grupo fantástico. Y cuando vamos a por ello, es una gran sensación saber que son como una red y que si haces una pirueta de más y te encuentras cayendo de cabeza, están ahí y te salvan”.